Londres, 19 de mayo de 2020
Justice for Colombia expresa su máxima preocupación por las recientes declaraciones del Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, en apoyo a la inclusión de Cuba en una lista de países que según el Departamento de Estado de EEUU “no están colaborando totalmente” con los “esfuerzos antiterroristas de EEUU”.
En la explicación dada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos se afirma que Cuba no está apoyando “los esfuerzos de Colombia para asegurar una paz justa y duradera…”
El apoyo del Alto Comisionado para la Paz a estas afirmaciones riñe con la verdad, es imprudente y muestra una enorme falta de respeto a todos los actores internacionales que han hecho inmensos esfuerzos para apoyar la paz en Colombia. También pone en grave peligro el proceso de paz con las FARC y al mismo tiempo aleja cualquier posibilidad para futuros diálogos con el ELN.
Además, la insistencia del gobierno colombiano de buscar la extradición de los negociadores de paz del ELN en contradicción directa con los protocolos firmados está poniendo en riesgo el futuro de los procesos de paz en todo el mundo. Es una práctica estándar durante cualquier proceso de paz que se acuerde un protocolo para el retorno seguro de los negociadores en caso de que se rompan las conversaciones. Al socavar esta práctica internacional, Colombia está rompiendo un principio fundamental que hace posible los diálogos de paz.
Como los dos países garantes del proceso de paz en Colombia, tanto Cuba como Noruega deban ser felicitados por todo el trabajo que han estado realizando durante varios años para acompañar el proceso, ya sea durante las conversaciones de paz o durante la implementación que sigue en curso.
Las delegaciones del Monitoreo de Paz de Justice for Colombia, que incluyeron parlamentarios y líderes sindicales de Gran Bretaña e Irlanda, y de varios otros países de Europa, se han reunido en numerosas ocasiones con el Embajador de Cuba junto con su homólogo noruego en sus funciones de garantes del acuerdo.
Además de servir como país garante, Cuba fue sede de las conversaciones entre 2012 y 2016, proporcionando el espacio que permitió llegar a la firma de un acuerdo histórico entre el gobierno colombiano y las FARC-EP. Además de estos esfuerzos, Cuba volvió a abrir sus puertas en 2018 cuando se reiniciaron las conversaciones entre el gobierno colombiano y el ELN después de varios intentos en otros países.
Que el Alto Comisionado para la Paz responda en esta manera a los numerosos gestos y contribuciones a la paz mostrados por Cuba no es solamente desagradable, sino que pone en duda una vez más si este gobierno realmente quiere comprometerse con la paz.